Alineación: Javi, Ofo, Héctor, Charly y Pedro. Banquillo: Pol, Sergio, Zapa y Pepu. Ausencias: Daniel, Raúl (ambos por lesión), Chema y Santi (con sanción).
Anduvo cerca. No pudo ser. Pero analizando el partido, el empate ha un resultado justo. Estuvo perdido durante bastante tiempo, se tuvo ganado un rato y al final, en una mala jugada, el rival acabó empatando. La verdad es que el partido empezó bien ya que se tenía el dominio del balón, funcionó la anticipación y la contra se sacaba con solvencia. El único pero a los primeros diez minutos fue que, a veces, el balón se movía más rápido que los jugadores y, otras veces, era al revés. El contrario, en la primera vez que encararon a puerta de una forma clara, marcaron el 0-1. A partir de entonces hubo un cierto descontrol, incrementado con la lesión de Javi, que tuvo que ser sustituído por Zapa. Los últimos tres minutos de la primera parte pudieron cambiar el signo del partido. El árbitro pita un penalty cometido sobre Charly, que hubiera dado un poco de tranquilidad al juego. Pero el balón, lanzado por Peu, no quiso entrar y se estrelló en plena escuadra, con el portero batido completamente. Hubiera sido el primer gol del equipo. Por suerte, una falta hecha a Zapa, sexta falta de equipo, permitió a Pedro marcar el empate, de doble penalty, en una jugada sin rechace ya que el tiempo de juego había acabado.
La segunda parte empezó con la tranquilidad de volvera estar todo empatado, pero en tres minutos tontos, dos contras hicieron pasar de un posible 2-1 al 1-2, con un gol de esos imposibles que no sabes por donde entra, y poco después, el 1-3. Ambos goles vinieron por no saber hacer un buen balance defensivo. Los tres jugadores que atacan se meten mucho en el campo contrario. La superioridad se debe ganar usando la velocidad y, si para tirar a puerta hay que tocar en el borde del área cinco o seis veces, mal vamos. Eso hace que, si se pierde el balón, se ha dejado mucho espacio al contrario para que mueva el balón. Los dos contraataques fueron de libro. Balón por el centro, un jugador en cada banda y muy mala basculación de la defensa que, además, se mete muy dentro del área. Eso le resta espacio al portero y facilita el movimiento de los delanteros rivales. Por suerte, desde ese momento, pareció que el equipo decidió echarle un par y, después de un tiempo muerto pasada ligeramente la mitad de la segunda parte, se acortó distancias poco después de encajar el tercer gol. En ese momento, el desconcierto llegó al rival, sobre todo cuando, cinco minutos antes del final, se consigue el empate a tres y, a falta de un minuto, Pedro hizo el 4-3, que parecía definitivo. Y llegó la jugada del partido. Una mala salida del balón, un robo en medio campo, un contraataque fulgurante y gol. Es muy posible que el fallo fuera de todos los que estaban en el campo. Los delanteros muy arriba; los defensas, muy abajo. El balón, en esa sitaución, debe salir de la defensa muy rápido y, si hay que perderse, que se pierda arriba. De todas formas, como se ha dicho al principio, y dado el desarrollo del partido, el empate es un resultado justo.
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