miércoles, 27 de enero de 2010
Undécima jornada. Batán, 5; Nicolás Boys, 5.
Poco dice de un equipo tener dos vces ganado un partido, perderlo y, al final, terminar empatándolo en el último suspiro. Así se puede resumir el partido del domingo. El Batán dominó la primera parte pero tiró por la borda la segunda. En un campo en condiciones lamentables. y con muchas dificultades para tenerse en pie, el Batán fue quien empezó a llevar el peso del partido. Chema fue el protagonista ofensivo de la primera parte. En un contraataque de libro, dió el pase de la muerte a Charly para hacer el primer gol. Luego, decidió no ser tan generoso y, en vez de pasar a Pol que estaba solo chutó al cuerpo del portero. Y en una tercera jugada, también desde la banda derecha como en el primer gol, volvió a asistir, esta vez a Ofo para que éste, de colocado disparo al palo (con la pierna derecha), hiciera el segundo. Y ahí se empezó a perder el partido la primera vez. Se dió vida al rival que acortó distancias al transformar una falta por una mala colocación de la barrera. El final de la primera parte sirvió para calmar un poco las cosas y que comenzara la segunda parte de otra manera. Más enchufados. Prueba de ello fue el tercer gol de Pedro nada más empezar y un cuarto un poco más tarde que, parecía, daba la tranquilidad necesaria. Pero llegó el derrumbe. El equipo rival empezó a trenzar jugadas y, ante la desidia defensiva, propiciada en algunos casos por el estado del terreno y en otros por la mala colocación y la precipitación en ataque al ver la victoria peligrar, consiguió, no sólo recortar distancias, sino empatar y ponerse por delante a falta de tres minutos para acabar el partido. Con todo perdido y el equipo más ofensivo posible, en la penúltima jugada se consiguió empatar. Puede que la derrota hubiera sido un duro castigo, pero en ciertos momentos no se mereció ganar este partido.
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