Bueno. Quinta jornada. Segunda derrota consecutiva. Nuestra peor racha este año. Como siempre voy a hablar de las cosas buenas y las menos buenas que vi en el partido. Entre lo bueno voy a destacar el hecho de como se salió al partido. Sin miedo. Sin complejos. Y fruto de ello fue el golazo de Chema. También hay que señalar que no se perdió la cara al partido hasta el final aunque ya no se jugaba con tanta claridad como al principio. Entre las cosas malas, la concentración y el dejarse ir al final. Creo que todos los goles recibidos se pudieron haber evitado. En el primero se aprovechan de un mal despeje. En caso de tumulto en el área, se pega patadón al balón o se echa fuera. En el segundo, el balón le llega, tras dos rechaces al saque de una falta, a un jugador solo que no tiene más que cruzarla. Del tercero, el remate es inapelable, pero la jugada nace de no defender al tío que saca de banda. En el cuarto, hay dos causas. Una individual y otra colectiva. La colectiva es que, cuando nuestro jugador se queda cerrado en la banda sin poder sacar el balón, el equipo no baja a darle esa salida sinoque todo el mundo estaba esperando que le llegara el balón. La individual es que, en vez de mandar fuera el balón, se juega sin mirar y el compañero que recibe, tiene a un tío encima, en el que rebota al despejar. Y en el quinto, el portero rival había sacado en largo varias veces. Achaco eso a la relajación del final.
Decía la semana pasada que el fútbol es sencillo de jugar. Se limita a defensa y ataque. Y ambas partes tienen que estar equilibradas. Si se ataca muy bien pero no se defiende, el partido tendrá muchos goles pero el día que no se acierte de cara a la portería, se perderá. Si se defiende bien, habrá mucho empate o derrota mínima pero habrá que afinar las pocas ocasiones de gol que se tengan. Y ese equilibrio no lo tenemos. La defensa está muy abajo, los delanteros muy arriba y cuando se sube, no se recupera. Así que, a partir de ahora, vamos a cambiar el sistema de juego. Tal y como se dijo al principio, vamos a usar un 2-3-1. Es el mejor sistema para tener ocupado el medio campo y muy flexible ya que, si el rival aprieta, el jugador que ocupa el centro del campo se puede meter entre los dos defensas y el delantero bajaría su posición para jugar un 3-3 o, en caso de tener al rival embotellado o se va perdiendo, uno de los defensas puede subir al medio campo y quitar un centrocampista y jugar un 1-3-2. Pero vuelvo a decir lo msimo de siempre. si alguien no entiende lo que quieroi o lo que pido, que me pregunte y le explicaré lo que quiero que haga.
Nada más.
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